Por Paola de la Barreda

Llega el final del 2019, lo cual hace felices a muchos que han visto en este año más retos que otra cosa, y que guardan una esperanza optimista de que con el cambio de año vengan tiempos mejores. Aunque con honrosas y felices excepciones, se hizo común escuchar en meses recientes a muchas personas decir que este ha sido un año complejo y, en términos generales, difícil. Este discurso, que está más arraigado en algunas industrias como la de la construcción, la inmobiliaria, la automotriz y la farmacéutica, entre muchas otras -incluyendo una muy cercana a nosotros, los medios de comunicación-, se entiende si vemos las cifras de desaceleración económica y la falta de inversión que se ha dado en los últimos meses. ¿Debemos asumir que todo esto es ocasionado por el nuevo gobierno? ¿Que todo es culpa de la 4T? Muchos así lo expresan.

Como agencia de comunicación estratégica que trabaja para  una amplia variedad  de industrias y diferentes perfiles de clientes, podemos decir que para PRP este año no fue sencillo y nos presentó más retos de los que habíamos enfrentado en los últimos 15 años. No creemos productivo señalar culpables, y mucho menos pretendemos sumarnos a una queja colectiva, por el contrario. En primer lugar, agradecemos el haber gozado de tres lustros de crecimiento ininterrumpido. Y en segundo, creemos que el tener un año de desaceleración, en concordancia con los índices económicos, nos da una oportunidad de tener mayor capacidad de innovación y mejora.

De los mayores aprendizajes que tenemos de este 2019, destaca que cuando una empresa está instalada en una zona de confort, con un crecimiento constante, suele ser menos observadora hacia las áreas de oportunidad en la operación o en la creación de nuevos servicios/productos. Ante la adversidad, nos dimos cuenta de que la calidad de nuestro servicio debía ser impecable y encontramos formas de pulir procesos que considerábamos buenos, pero que podían ser aún mejores. También hemos sido más innovadores con una oferta de valor más enriquecida.

Este año ha sido complejo, sin lugar a dudas. Sin embargo, lo cerramos con un muy buen sabor de boca al haber logrado despuntar en este último trimestre con clientes contentos, nuevas cuentas, un equipo motivado y una estructura que sentimos más robusta y fuerte que nunca. En PRP creemos que el futuro y el éxito se construyen con disciplina y dependen de nosotros mismos, de nuestro trabajo. El futuro de México está en las manos de todos y cada uno de los que trabajamos con honestidad y pasión en este gran país.