Por Alba Vela

En un esfuerzo inédito de Facebook por ofrecer contenido legítimo, según informa The Wall Street Journal, la red social negocia con grandes medios como The Washington Post y Bloomberg para incluir contenido periodístico como parte de la oferta de valor de la plataforma azul. Mark Zuckerberg estaría dispuesto a pagar hasta tres millones de dólares al año a cada medio, para generar contenido interesante en diferentes frentes para los usuarios.

La iniciativa se materializaría a finales de 2019, pero aún hay muchas dudas. ¿De qué forma operar esta innovación sin perder lo ganado (contenidos orgánicos, frescura, cercanía, comunidad) y por el contrario ganar más (especialmente nuevos usuarios o más horas invertidas en esta red social por parte de los cibernautas actuales)?

Desde el punto de vista del negocio, esta idea representa aire fresco para Facebook, que requiere novedades para continuar siendo la red social número uno a nivel mundial, frente a una creciente cantidad de consumidores jóvenes con otros hábitos de consumo que se encuentran más interesados en otras plataformas.

Algunas implicaciones que podemos observar en la apuesta de Facebook, son:

  • El nuevo espacio que abre la empresa a los medios tradicionales en un momento crítico para ellos a nivel mundial, podría ayudar a que las audiencias revaloricen las noticias y, en ese sentido, los medios de información recobren bríos especialmente entre usuarios menores de 40 años.
  • Afectación económica hacia los medios de comunicación digitales que cobran por acceder a sus plataformas, en un escenario en el que Facebook estaría abriendo la posibilidad de consumir periodismo de los grandes medios de forma gratuita; es una alerta latente que la industria de la información debería considerar.
  • Customización vs universalización de la información; entendiendo que los usuarios estamos acostumbrados a leer contenido relevante para nuestra localidad, nuestro estilo de vida e incluso nuestra forma de pensar, los acuerdos con medios de gran alcance que dan información general, podrían contrapuntear y afectar, en gran medida, el valor de personalización que brinda esta red social a su comunidad.
  • Decir adiós a las fake news parece una tarea compleja, pero todo indica que los consumidores de contenido digital ya nos dimos cuenta de que la información “reporteada” por la gente no es tan creíble como lo es la que proviene de los medios… y que el romanticismo de que todos podemos ser periodistas de alguna manera, pierde fuerza frente a los muchos intereses de mover la opinión pública de un lado a otro, a través de la creación de noticias falsas o tendenciosas.

¿Dónde parará todo esto? ¿Qué resultado tendrá para Facebook, sus usuarios y las redes sociales en su totalidad? Seguimos en el descubrimiento: medios, usuarios, desarrolladores, gobiernos e industrias.