Por: Alba Vela y Víctor Sánchez

Desde que se confirmaron los resultados de las elecciones presidenciales del año recién concluido, se dieron movimientos interesantes al interior de importantes medios de información privados que operan concesiones radiofónicas, algunos de los cuales podríamos calificar de “inimaginables” en tiempos anteriores y nada lejanos.

Apenas tres meses después de la votación histórica del 1 de julio, se supo que Carmen Aristegui se integraría al 97.7 de Grupo Radio Centro para transmitir su noticiario matutino “Aristegui En Vivo”, tras una pausa desde marzo de 2015 cuando la reconocida y polémica periodista abandonó la radio FM debido a un conflicto aparentemente laboral con MVS, interpretado por buena parte del gremio como censura debido a un tema coyuntural que involucraba al entonces presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera.

Poco después, Jenaro Villamil, reportero de la revista Proceso y uno de los periodistas más críticos del gobierno peñanietista, así como autor de libros en torno a la persona del entonces primer mandatario, recibió la invitación de Radiodifusoras Asociadas (RASA) para conducir su noticiario vespertino “Villamil Informa” por el 620 de AM. Ya para diciembre de 2018, el comediante y actor Víctor Trujillo, reconocido principalmente por su faceta más periodística bajo el personaje de “Brozo” y quien en los últimos años se había concentrado en medios de internet, regresó al gran espectro de la radio FM a través de Aire Libre, nueva estación que desde noviembre pasado transmite en la frecuencia 105.3, soportada principalmente por talento joven y que vio la luz gracias a nuevas facilidades de migración del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Por último, durante la primera semana de diciembre se anunció que Julio Hernández López, crítico articulista del periódico La Jornada también conocido como “Julio Astillero”, se integraría a partir de este 14 de enero a Grupo Radio Centro para conducir un espacio noticioso vespertino de lunes a viernes por la frecuencia 97.7 FM, misma que ahora cobija a Aristegui.

Para algunos analistas, estos cambios se interpretan como un guiño a la actual administración federal, toda vez que en menor o mayor medida los periodistas antes citados mantenían una línea editorial tanto de crítica y confrontación con los gobiernos anteriores como de apoyo a Andrés Manuel López Obrador. Para otros, se trata solamente de un pequeño equilibro en el tono de voces que los ciudadanos podemos escuchar en la radio FM y AM, sobre todo en el Valle de México.

En un contexto donde, como se prometió en campaña, el gasto en publicidad gubernamental y del cual dependía parte del ingreso de los medios se ha reducido, aparentemente, a la mitad (de entre 8 mil y 10 mil millones de pesos ejercidos en los últimos años a 4 mil 258 millones aprobados para 2019; sin embargo, respecto a lo originalmente etiquetado en 2018 el presupuesto se elevó 980 millones de pesos este año), el tiempo dirá si estos espacios de reciente estreno se mantienen, si resultan atractivos para los anunciantes en vista del rating obtenido, y sobre todo si esta nueva diversidad de voces favorece a la discusión y la riqueza de perspectivas en un momento clave para nuestro país.